Imagino que cuando, hace sesenta años, nació Brian Eno nadie podría pensar que millones y millones de personas en el mundo entero escucharían su música. Y mucho menos podría nadie pensar que ese milagro se obraría de la mano de Bill Gates. Si, si. El ruidito de inicio de sesión de Windows 95 es culpa suya.
No voy a contar su vida porque no es mi objetivo y él la cuenta mejor, así que dejemos que suene su herencia musical.
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